👋 Bienvenida
¡Muy buenos días!
Esta partida de año he tenido unos primeros meses difíciles y desafiantes como emprendedor, y el martes recién pasado no fue la excepción.
A las cinco de la tarde tuve una reunión muy estresante y que me dejó muy preocupado. Media hora después terminé la videollamada y no quería más del día. Sin embargo, todavía faltaba la parte más grande: me tocaba hacer mi obra de teatro a las ocho de la noche a teatro lleno.
De verdad esta vez no sentía ganas. Estaba abrumado, distraído, agotado.
Aún un poco en trance, partí al teatro y, por suerte, hablé con mi mejor amigo, quien me dio un empujón a hablar con personas cercanas de confianza sobre lo que estaba viviendo. No necesariamente para que me dieran soluciones o hicieran las cosas por mí, sino para sentirme cuidado y aconsejado por ellos. Hablé con cada uno de los amigos de mi directorio personal, hablé con mi mamá, hablé con mi papá. Todo esto, momentos antes de subirme al escenario a actuar por dos horas, por mi cuenta.
Otro gran amigo me ayudó con las luces y el sonido esa noche, pero más que eso, me ayudó subiéndome el ánimo y recordándome el privilegio que tengo de poder hacer teatro y canalizar todo lo que estaba sintiendo. Hasta el técnico del teatro me notó más callado y preocupado de lo usual, y se preocupó de hacer que la función fuera intachable desde lo técnico, además de darme palabras de aliento.
Si bien la obra fue desafiante, porque mi cabeza se paseaba entre estar actuando en vivo y los recuerdos de las cosas que me tienen preocupado, se pudo sacar adelante, incluso logrando distraerme y disfrutar un rato dentro de la historia.
Al salir a la reverencia sentí la necesidad de hablar con el público. Pero no fue el discurso de siempre. Esta vez no solo les pedí que recomendaran la obra si es que les había gustado. Me paré frente a ellos y les dije que he estado teniendo unos meses difíciles, que había tenido un día especialmente duro como emprendedor, y que hacer la función de esa noche me había costado mucho, pero que me había hecho muy bien. Les agradecí el que hayan estado al otro lado de esa actuación, conteniéndome y dándome sus risas.
El aplauso que siguió a esa confesión improvisada fue distinto al anterior. Era un aplauso de empatía, respeto y apoyo.
Pero lo más lindo ocurrió después de esa confesión a 250 personas. Salí del teatro llevando mi escenografía y me encontré con dos emprendedoras cercanas a mi edad. Lo primero que hicieron fue agradecerme por las palabras que dije al final de la obra, por normalizar lo difícil que es emprender.
Fue entonces cuando una de ellas me dijo que había estado a punto de no venir, porque ese mismo día le habían diagnosticado cáncer a su papá. Bastó que me dijera esto para sentir el poder de tener las cosas en perspectiva. Mi problema era puntual, de negocios, de dinero. Algo solucionable. Y ahí estaba ella, viviendo un dolor tanto más grande, compartido con su familia.
También fue una oportunidad para darme cuenta del valor de llevar el corazón en la mano y compartir mis sentimientos, aunque fuera con 250 desconocidos, pero con quienes sentí la complicidad suficiente, tras dos horas de exposición, para poder decirles lo que estaba pasando en mí. Gracias a haberme atrevido a hacer eso, ella se atrevió a contarme esta complejidad personal que estaba viviendo y poder poner en perspectiva mi realidad.
Todo terminó con un agradecimiento de su parte, porque en un día muy difícil había podido reírse y distraerse durante dos horas. Y yo le agradecí de vuelta, ya que me pareció hermoso que, en una misma función, el actor y una espectadora pudieron descansar por un momento de sus problemas a través del arte.
Qué regalo más grande. Esta obra me vuelve a enseñar y sanar una vez más.
¿List@ para despegar? ¡Aquí vamos!
💬 Lectura - Nuevo artículo de Paul Graham sobre “qué hacer en la vida”. Recomiendo muchísimo el nuevo artículo de Paul Graham (fundador de YCombinator): “What to Do” (léelo aquí). Es una reflexión bien poderosa sobre una de las preguntas más grandes que uno puede hacerse: ¿Qué deberíamos hacer con nuestras vidas? Me gusta que no da una respuesta o receta rígida sino que propone 3 principios simples y movilizadores:
Cuidar a las personas.
Cuidar el mundo.
Crear cosas nuevas y buenas. Esa última idea —la de crear— me pareció especialmente poderosa para nosotros, los que estamos constantemente haciendo, imaginando y construyendo desde múltiples intereses. No se trata solo de pensar, sino de probar que uno ha pensado bien… haciendo.
🔧 Herramienta - Google Notebook. Llevo meses usando Google Notebook para mis proyectos. Para mí, esta herramienta gratuita va mucho más allá de ChatGPT al momento de investigar y entender cosas nuevas. Me permite cargarle muchos archivos de conocimiento en PDF, links de YouTube, archivos de audio y otros, y pedirle sacar conclusiones por mí, hacerle preguntas y, mi favorito, crear un podcast de 10 minutos entre dos animadores creados por inteligencia artificial que discuten sobre las fuentes que yo haya puesto y se enfocan en los temas que yo le pida. Esto me permite aprender escuchando y no solamente leyendo.
Mucho de lo que hemos aprendido hoy gracias a conversar con CHatGPT requiere de nuestra creatividad y ganas de hacerle preguntas. En cambio, con esta otra alternativa, uno puede poner todos los inputs —es decir, todos estos links de YouTube (le he agregado 3 tutoriales de youtube de 2 horas cada uno y pedido que me resuma todo lo hablado a puntos más importantes y luego voy haciendo preguntas de lo que no entiendo), audios, archivos PDF, etc.— y escuchar cómo dos personas conversan sobre eso para aprender como si estuviera en una charla o escuchando un podcast.
Este fin de semana destiné cuatro horas a aprender más profundamente a usar esta herramienta (te recomiendo este video de Tiago Forte), y creé mi primer notebook dedicado al podcast de Memoorias, donde le cargué las casi 90 entrevistas que llevo en estos dos años y medio y obtuve insights increíbles de aprendizajes comunes que puedo conseguir de estas personas que me inspiran. Si eres fan de las entrevistas de Memoorias, aquí te dejo el podcast de 10 minutos donde conversan sobre las claves de estas personas que siguieron su llamado a lo que vinieron a este mundo.
🎥 Video - “De vez en cuando la vida” de Joan Manuel Serrat. Hace unos años escuché esta canción de Joan Manuel Serrat por primera vez en el matrimonio de mi gran amigo y compañero de trabajo Frank Rossel y desde entonces la escucho cuando quiero recordar lo lindo que es estar vivos, lo especial que es lo cotidiano o lo especial de lo simple.
Siento que captura perfectamente esos momentos en que uno se da cuenta que “todo está bien” y sonríe para sí mismo y casi que no quiere moverse muy fuerte para no despertar ese hechizo.
Mi parte favorita es cuando dice:
“De vez en cuando la vida
Afina con el pincel
Se nos eriza la piel, y faltan palabras
Para nombrar lo que ofrecen
A los que saben usarla”
Por favor si puedes escucha la canción mientras vas leyendo la letra que es un verdadero poema.
De vez en cuando la vida
Nos besa en la boca
Y a colores se despliega como un atlas
Nos pasea por las calles en volandas
Y nos sentimos en buenas manos
Se hace de nuestra medida
Toma nuestro paso
Y saca un conejo de la vieja chistera
Y uno es feliz como un niño
Cuando sale de la escuela
De vez en cuando la vida
Toma conmigo café
Y esta tan bonita que da gusto verla
Se suelta el pelo y me invita
A salir con ella a escena
De vez en cuando la vida
Se nos brinda en cueros
Y nos regala un sueño tan escurridizo
Que hay que andarlo de puntillas
Por no romper el hechizo
De vez en cuando la vida
Afina con el pincel
Se nos eriza la piel, y faltan palabras
Para nombrar lo que ofrecen
A los que saben usarla
✍🏻 Cita para reflexionar
A veces esperamos que alguien más plante el árbol, que alguien más arregle lo roto, que alguien más se esfuerce. Pero… ¿y si fuéramos nosotros? ¿Y si justamente se trata de ser esa persona? El que no esquiva, el que no se queja, el que no dice “alguien debería”, sino que lo hace. Ser el que planta, el que repara, el que empuja, el que limpia el camino para sí mismo y para otros.
Es una forma de estar en el mundo: asumir responsabilidad incluso cuando no es “tu trabajo”. Esta frase me hace pensar que tal vez la verdadera transformación no viene de esperar que algo cambie, sino de atreverte a ser tú el cambio, aunque sea incómodo, aunque sea solitario.
“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú.
Sé tú el que aparta la piedra del camino.”
— Gabriela Mistral
¡Que tengas una semana extraordinaria!
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